martes, 9 de octubre de 2007

LA TOLERANCIA

Mariano Alcalde
17/11/06

Buenos dias, ayer, 16 de noviembre se celebró el Día Internacional para la Tolerancia con actividades dirigidas tanto a
los centros educativos como al público en general. Sesenta años después de que los
firmantes de la Carta de las Naciones Unidas resolvieran “practicar la tolerancia” y “convivir
en paz como buenos vecinos”, la tolerancia sigue siendo un objetivo principal de las
actividades de las Naciones Unidas.
El Día Internacional para la Tolerancia concentra la atención del mundo en la tolerancia
como condición imprescindible para la paz, la democracia y el desarrollo sostenible. La
tolerancia y el respeto son dos valores fundamentales en que deben basarse las relaciones
internacionales en el siglo XXI.
El respeto a los demás es tarea que debemos fomentar y practicar también en nuestro
colegio. No debemos confundir el respeto con la indiferencia. En nuestra cultura occidental,
a veces excesivamente individualista, corremos el peligro de desentendernos de
los demás, creyendo que estamos practicando el respeto y la tolerancia. El respeto no es
permanecer ausentes ante los problemas de los otros. Los demás deben de preocuparnos. Debemos intentar
acogerles y hacernos cargo de la situación en la que se encuentran.
Respetar el dolor de un compañero o compañera que ha perdido a un ser querido no es
dejarle solo con su pena. Respetarle es acompañarle en estos momentos difíciles. Sin
agobiarle en ningún momento, debe percibir que nos tiene a su lado para lo que necesite.
Respetar a los compañeros que muestran conductas negativas no es dejarles en su error
y abandonarles a su propia suerte. Debemos acercarnos a ellos, mostrarles nuestra ayuda,
proponerles nuevos caminos para que se sientan integrados y felices entre todos.
Hoy es un buen día para reflexionar sobre nuestras relaciones sociales.

Esto que os comento, debe de hacernos cavilar sobre una de las cosas que a menudo ocurre en esta sociedad de la cual formamos parte. Estoy hablando del termino ‘Sambenito’.
Una de las costumbres religiosas que existían en la Edad Media era la de hacer penitencia pública.
Cuando una persona había cometido una falta o pecado grave, y había escandalizado a los habitantes
de su pueblo o ciudad, el sacerdote le invitaba a mostrar públicamente su arrepentimiento.
Una forma de hacer penitencia pública era andar en peregrinación con una especie de tosco saco de
lana, previamente bendecido por el sacerdote que dirigía al penitente.
De ahí que a esta prenda se la llamase "saco bendito", denominación que más tarde, fue derivando
en el uso popular y vino a convertirse en San-bendito y, por último terminó conociéndose por
"sambenito". Y así ha llegado hasta nuestros días.
La finalidad penitencial de este ropaje dio origen al dicho popular "cargar a uno el sambenito", con el
que se expresa el acto de echar sobre alguien una culpa que, en realidad, no merece. Colgarle el
sambenito a una persona es sinónimo también de la expresión "ponerle una etiqueta a alguien", que
se refiere a los prejuicios que vertemos sobre una persona.
Con frecuencia somos dados a «ponerle el sambenito» a ciertos compañeros o compañeras más
Débiles, que no son merecedores de tal sobrenombre. Somos dados a tener prejuicios sobre los demás. Eliminar estas actitudes negativas contribuye
a mejorar la convivencia y a fomentar la Tolerancia.

Buenos días, buen trabajo y buen fin de semana.